Bertolt Brecht , poeta, dramaturgo, y
excelente pedagogo marxista, en uno de sus escritos dice:
“El analfabeto político es tan
burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de
su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de
todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las
empresas nacionales y multinacionales” (1)
Y menciono al “analfabeto
político” porque el “anticomunista” también pertenece al mismo grupo de
analfabetos políticos, victimas todos ellos de su incapacidad de ver
y entender con criterios propios la realidad sociopolítica que les rodea
Sin embargo en esta rotunda definición hay una importante aclaración que es necesario hacer, y es la pertenencia a una u otra clase social, que objetivamente, debería ser la que determina la ideología que le corresponde, pero no es así, porque, no olvidemos que las ideologías o creencia de los individuos generalmente son determinadas por la clase dominante del establishment de turno
Es decir que en la sociedad donde
impera el estatus capitalista, es la burguesa la clase social dominante y es tambien
la que ha generado, y genera la ideología dominante (en constante cambio en sus formas) en base al
desarrollo y la defensa de sus propios intereses políticos, económicos,
religiosos etc. Y también y por ser la clase dominante es también
la que impone su constitución, sus leyes y absolutamente todas aquellas formas
modas y modales que se impondrá como dominantes y hegemónicas en la sociedad
por ellos controlada.
Y esta clase burguesa en el poder siempre
se impondrá por sistema ,dominando y desentendiéndose de los intereses de la
clase trabajadora, a la que atenderá solamente y en función de
su capacidad de respuesta
a sus imposiciones y atropellos. No es casual pues que el Sistema se
esfuerce en neutralizar esta capacidad de respuesta con sus técnicas de
alienación y despolitización para crear “analfabetos políticos, induciéndoles a un presunto “apolíticismo” que
no es otra cosa que una forma pasiva de aceptar el Status del Sistema, adormecidos
en el conformismo, y en un implícito
anticomunismo
Estas formas y actitudes forman parte de esa
ideología burguesa que pretende siempre relegarle al trabajador al nivel de
meros asimiladores de su producción ideológica alienante, y a su exclusiva condición
de productores y consumidores de mercancías, esforzándose siempre en alejarles
del conocimiento y del contacto con aquellos agentes o partidos políticos que
de verdad se interesan con la clase
trabajadora en clave de su condición de clase social y de su liberación
De
esta forma, un rico y poderoso burgués encajaría a la perfección en la
ideología anticomunista, no por su coherencia sino que porque le interesa en
función de sus intereses. No podría ser de otra forma puesto que su status
clasista y de explotador del trabajador es la base de su enriquecimiento, pues este
está basado en la apropiación del capital generado por el trabajo a cambio de dar
al trabajador un ridículo salario en proporción al valor que genera. Y así es
coherente que reniegue rotundamente del comunismo.
Y sin embargo, para un trabajador por cuenta ajena su ideología coherente y acorde con su condición
de trabajador explotado, seria aquella ideología que le valorice y restituya
la totalidad del valor de su trabajo. Y con el comunismo lo seria por
partida doble, en forma de un salario más
justo y por las prestaciones sociales que recibiría en un Estado Socialista,
pues habría más riqueza a distribuir una vez desaparecida la plusvalía
absorbida por el capitalismo parasitario y especulador.
Este racionamiento lógico, que ha sido distorsionado y manipulado durante
siglos, aparentemente ha perdido su valor consciente en muchos trabajadores,
pero no así su vigencia y racionalidad,
que surgirá cuando la consciencia de clase aflore entre las masas trabajadoras
como una tromba transformadora
Y si desprecia esta ideología es
porque ha sido manipulado y engañado por
el Sistema, estimulando sus instintos primarios del egoísmo individualista, que
le ha impedido llegar al conocimiento
objetivo de su realidad, para que ignore
su condición de pertenencia a la clase trabajadora donde se halla su
identidad, su fuerza, y su “Conciencia de Clase”, y también le ha negado el conocimiento de
sus auténticos intereses y posibilidades en el mundo del trabajo y de la sociedad y en la construcción de una
sociedad socialista infinitamente más justa y humana
Ha sido víctima de la ideología
dominante, que machacona, insistente y omnipresente moldea su cerebro, mejor sería
decir, vacía su cerebro de todo atisbo de cordura, criterio, y
racionalidad, siendo la base de su efectividad la machacona repetitividad de
tópicos tendentes, no a convencer sino que a intoxicar y provocar sentimientos
de repulsa y odio hacia el concepto emancipador
del socialismo o comunismo, al que
previamente lo han deformado, satanizado y vilipendiado hasta extremos infinitos.
No es por casualidad que Josep Goebbels el
ministro de propaganda nazi, utilizo la mentira de sus estereotipos repetida miles y miles de veces para
establecer las “verdades” ideológicas que sustentarían el III Reich. Y tampoco
es casualidad que su mayor enemigo siempre fue el comunismo, y concretamente la
URSS materializada en la Gran Rusia, dejando aparte el antisemitismo de Hitler como su obsesión
particular y tras la derrota de este y la posterior “Guerra Fría” desatada por
Occidente contra el comunismo de la URSS, la sobredimensión que se le dio a un
mediatizado y exagerado “holocausto” judío, desgargante e inhumano ciertamente,
pero insignificante comparativamente con
el intencionadamente ignorado holocausto ocurrido con el pueblo ruso por su naturaleza de ser precisamente comunista ( veintidós
millones de rusos sucumbieron victimas del odio nazi al comunismo lo
atestiguan) con el fin de contrarrestar y minimizar empatías hacia la causa del comunismo, que
pudiesen anular las tremendas campañas mediáticas de todo tipo, desencadenadas con la llamada
“Guerra fría” que la totalidad de los estados occidentales desencadenaron contra el comunismo internacional con la
intención de mitigar y desprestigiar su
influencia.
Al contrario de ser “anticomunista”, ser comunista
significa serlo por convicción, el resultado fruto del conocimiento, porque la
filosofía marxista es como una herramienta para el conocimiento, un método de
análisis científico y de ver la realidad, de analizar cualquier faceta del devenir humano; económica
,política, religiosa etc. de forma objetiva científica y fría ,sin prejuicios
ni preconceptos, ni tampoco intereses partidistas, para acércanos al conocimiento mismo, limpio y sin
florituras ni barnices ajenos .
Al contrario de las ideologías surgidas de la burguesa que suelen cargarse de florituras ajenas al propio
concepto que les interesa promocionar, para manipularlo adornarlo y hacerlo
irreconocible, para ocultar sus intenciones, casi siempre de dominación y lucro,
con mensajes subliminares, de “patriotismo
“humanitarismo” o religión.
La filosofía marxista nos lleva a
entender la humanidad como un fin en sí misma, no como un medio para saciar
intereses particulares de lucro como lo hace el capitalismo, apropiándose de la
fuerza del trabajo del trabajador, tal es la explotación “del hombre por el
hombre”. Desde la perspectiva del marxismo y de su materialización política, el
socialismo, partiremos siempre desde una serie de conocimientos y perspectivas coherentes
y racionales, cuyo epicentro siempre será la propia humanidad que nos llevaran a la reflexión y al
análisis y a la conclusión lógica de que la humanidad, el ser humano
como colectividad , debe ser el sujeto de toda nuestra actividad, política,
social económica, cultural, etc. etc.
Entendiendo como humanidad al conjunto de los
seres humanos que poblamos la Tierra. Lógicamente
entendiendo este concepto desde una perspectiva del internacionalismo
solidario, sin olvidar considerar las
idiosincrasias nacionales de cada país, también consideradas como un bien humano
a respetar al igual que otros valores como, el reparto de riquezas igualitario,
la libertad, la democracia, la igualdad etc.
Ser socialista o comunista para un
miembro de la clase trabajadora, que es la inmensa mayoría de los humanos, es
adoptar una postura racional y coherente con sus propios intereses de clase. De
la misma forma que lo es para un miembro de la oligarquía burguesa ser anti comunista.
Pero lo que no sería racional, sería absurdo, que un trabajador fuese anticomunista y un burgués
fuese comunista. Simplemente porque irían contra sus propios intereses
La burguesía tiene sentido que sea
anticomunista, pues cuando se pertenece a la casta dominante, a la oligarquía,
y las clases acomodadas, estas son portadoras de una elevada conciencia de clase elitista y dominante.
Llevan siglos en ese status del poder y dominio y han desarrollado durante
siglos en el control político- administrativo todo un entramado, ideológico, institucional, legal, económico,
militar etc. y siempre bajo el prisma de sus intereses de clases social. Y les
ha sido fácil hacerlo pues siempre han dispuesto de los medios económicos y de poder a rebosar, cosa
que les ha conferido soberbia, seguridad
y una gran conciencia de clase dominante.
Y sin embargo no podemos decir lo
mismo de grandes masas de trabajadores y
clases populares que inconscientemente
no solo renuncian de una ideología socialista que los podría emancipar y
promocionar a niveles superiores de dignidad y desarrollo humano, sino que
adoptan posturas activas en pro de
ideologías y poses de sus enemigos naturales, que buscan su máxima
explotación y su degradación a meras maquinas productivas y consumidoras. Y Todo
fruto de su falta de información y de las rastreras mañas manipuladoras de la burguesía que vacía
cerebros para crear zombis
proletarios serviles y útiles al
capital.
El líder negro
estadunidense Malcolm X decía sobre del
Sistema y sus poder mediático que
debemos estar atentos pues “nuestros enemigos harán que odiemos a nuestros amigos
y amemos a nuestros enemigos” Una gran verdad que estará siempre de
actualidad con este Sistema
EL COMUNISMO COMO FUTURA
Y UTOPICA FORMA DE GOBERNAR POR LOS TRABAJADORES
Estamos hablamos de “comunismo”,
pues este es el concepto que utiliza el Sistema para demonizar el socialismo
real, y es el término que mayoritariamente es difundido por el Sistema de forma
peyorativa y que también está ampliamente difundido y arraigado entre
la población. Sería más correcto que hablamos de socialismo como definición cuando
vamos a referirnos al sistema político emancipador que va desplazar a la clase
burguesa en el poder del Estado.
Estado que sería comandado por la
clase trabajadora, por un nuevo sistema político y sus organizaciones
representativas surgidas desde la base, que pondrían todo su aparato político,
económico, burocrático, militar etc. a su servicio. Más o menos tal como ocurre
en la actualidad pero cambiando los términos jerárquicos del poder, “dando la
vuelta a la tortilla” como se dice vulgarmente. Este sería el esquema simplista
de cambio evolucionario de jerarquías, no tan simple de llevarlo a cabo como
nos podremos imaginar, pero esa e otra historia.
El “comunismo” ideal, sería un modelo
de sociedad comunitaria futura donde las funciones de control y coacción del
Estado serian innecesarias dado el grado de desarrollo cívico e intelectual de
la humanidad y donde la propia inexistencia
de clases sociales evitaría el dominio de una clase sobre la otra.
Pero este idílico status de momento solo
será una utopía a considerar en un futuro. La cruda realidad infelizmente está
plagada de aspectos negativos de dominio y explotación de una clase social de
la especie humana sobre la otra que será necesario corregir no solo con la
buena voluntad de hacerlo sino que infelizmente será necesario el empleo de las
armas de la determinación la concienciación y de la razón, no solo dialéctica
sino también de la violencia. Pues valores como la libertad y la justicia, tal
y como la historia de la humanidad lo demuestran, solo se podrán conseguir violentamente por
imperativo de que quienes niegan cerrilmente
estos valores lo harán siempre con violencia. Se trataría pues, de una
necesaria violencia de respuesta
Pero antes esta la toma del poder
del Estado Burgués por los trabajadores
y la creación del Estado Socialista, que pondrá todos sus resortes del
poder político al servicio primordial de estas clases trabajadoras y populares mayoritaria
para construir un escenario más justo, igualitario y participativo de la
sociedad. De toda la sociedad, considerando a esta como una comunidad
igualitaria sin clases sociales donde unos dominan a otros. Y esto no será
fácil puesto que los que siempre han sido los dominadores se aferraran a sus
privilegios violentamente.
Habrá que saber diseñar, pues, la estrategia
correcta y la acumulación de fuerzas aliadas y democráticas para dominar la situación
y evitar o disminuir las consecuencias
violentas del inevitable choque de intereses que se habrá de dar en un futuro.
(1) http://akifrases.com/frase/104628