CUADERNOS PEDAGÓGICOS
Es la hora de definir quién es quién en el terreno de la política, pero debemos hacerlo siempre desde la visión marxista de la lucha de clases, es decir entendiendo la esencia histórica de la política como la confrontación entre dos clases sociales y sus intereses irreconciliables y contradictorios. Tradicionalmente se ha simplificado la definición de IZQUIERDA a quienes se colocan al lado de los intereses de la clase trabajadora y a la DERECHA a quienes se posicionan al lado de los intereses de la burguesía. Ambos posicionamientos agrupados en torno a partidos, o actividades socio-políticas diversos compiten por hacerse con el poder político.
Esta simplificación lo es porque en un escenario de concurrencia electoral, la amalgama de partidos suele ser tal que, el Sistema ideológico burgués los ha etiquetado y manipulado interesadamente en presuntas tendencias de naturaleza política, cosa que ha dado lugar a todo un mundo de confusión interesada sobre estos conceptos con el fin de aturdir, aún más de lo que están, a amplias capas de la población sobre el auténtico sentido semántico de los términos. Y así los ideólogos de la ideología burguesa tienen una peculiar manera de valorar estos conceptos, siendo de “derechas” aquellos partidos considerados del “orden tradicional de toda la vida” íntimamente ligados al poder económico de las oligarquías y a sus estrategias “desarrollistas”. Y de “izquierdas” aquellos partidos ”contestatarios” que propugnan críticas y reformas al Sistema , o del gobierno pero dentro de este Orden burgués, es decir cambiar algo pero que todo siga igual. Y aquí entran en la categoría de izquierdas aquellos partidos como los eurocomunistas, los socialdemócratas más radicales, los partidos verdes y ecologistas, los feministas etc., todos aquellos que propugnan cambios y reformas pero no cuestionan el Sistema, es decir el modelo de Estado capitalista.
Para conocer el origen de los conceptos izquierda y derecha tenemos que remontarnos a los comienzos de la Revolución francesa haya por el año 1789 donde las diferentes tendencias políticas estaban reunidas en Asamblea Constituyente para dotar de una Constitución al pueblo francés, analfabeto en su mayor parte, (Cosa que , por estas tierras , parece que no ha mudado mucho desde entonces en cuanto a analfabetismo político) , Así, el 11 de septiembre de 1789, se discutía acerca del poder del monarca respecto a la Asamblea, institución representativa de los ciudadanos franceses.Con el objeto de discutir de forma más ordenada, los partidarios de otorgar un derecho de veto más amplio al monarca se situaron a la derecha mientras que los parlamentarios tendentes a limitar al máximo dicho poder si situaron a la izquierda. Dándose así las claves simplificadas de la orientación política. Monárquicos o conservadores derecha, innovadores y republicanos, izquierda. Ha llovido mucho desde entonces y el concepto de “izquierda” , no tanto el de la derecha, ha sido despiadadamente manipulado y tergiversado a conveniencia sobre todo por la ideología burguesía ,y en mi opinión creo va siendo hora de acabar con tanta confusión y darle al concepto de izquierda su autentico sentido a aquellos que cargan la radical reivindicación de un Estado socialista, que solo lo podrán aquellos a quien ha representado históricamente antes de ser ensuciado por extraños , es decir por la clase trabajadora y su proyecto de Revolución Socialista .
Y dentro de este campo de “izquierdas” suele haber con bastante frecuencia tendencia a autodenominarse de izquierdas entre los social-demócratas (centro derecha) por aquello de atraer votos del mundo del trabajo, porque este concepto de “izquierdas”, ciertamente carga un cierto carisma luchas y conquistas heroicas contra el capital. Y caso especial es lo del llamado PSOE y sus sucursales que no solo es un vulgar partido de derechas travestido a socialdemócrata, o algo parecido, sino que además ha sido uno de los dos pilares de la farsa de la “Transición”que junto al PP nos colocaron una descomunal pieza teatral representando una “transición a la democracia” lo que siempre ha sido la escenificacion de un plan conspirativo de los servicios secretos de los EUA, la UE y la poderosas socialdemocracia alemana para darle una salida “dentro del orden”exigido por la OTAN lejos de aventuras izquierdistas , plan al que los “comunistas” de Carrillo se apuntaron sin demasiada oposición.(1)
Pero hagamos una
abstracción y olvidemos del condicionante electoral, aunque en los tiempos que corren
sea un poco difícil desligarnos del marco electoralista para hacer lo que
vulgarmente se entiende “hacer política”, y este es uno más de los vicios a
superar que tenemos que agradecer a esa
izquierda descafeinada y oportunista que ha perdido el norte del
concepto mismo de la política marxista. Y digo abstracción porque debemos
situarnos en un plano totalmente diferente de la realidad de este Sistema
burgués y de sus reglas de juego electorales. Reglas de juego que en realidad no
permiten poner en práctica un modelo de Estado que todo marxista consecuente debería
asumir, es decir el Estado socialista incluida la abolición de las clases
sociales y del capitalismo. ¿Alguien se
imagina un partido de esta naturaleza presentarse a las elecciones con ese
programa político? Claro que no porque sería demonizado, ilegalizado y
perseguido como a la peste por el poderpolicial y mediático de nuestra
maravillosa “democracia”.
Lo que
demuestra en principio el mito de la llamada “democracia burguesa” y su farsa
del posibilismo electoral, pues esa libertad se limita exclusivamente a las
opciones de gobiernos de identidad burguesa, estando vetadas todas aquellas
opciones de gobierno de identidad socialista que serían aquellas propugnadas
por partidos marxistasrupturistas con el Estado burgués y que en caso de ganar los
comicios darían el poder a la clase trabajadora. Recomiendo leer el artículo, “El mito de la llamada democracia burguesa”
(2)“donde se exponen estos conceptos de la identidadpolítica que son el
fundamento del partido político. Lo cual condiciona a los políticos marxistas
consecuente a “hacer política “prioritariamente al margen de los cauces
electoralistas, al menos a no ser condicionado por estos cauces, lo cual no
quiere decir que se utilicen puntual y tácticamente como apoyo a una estrategia
superior.
¿Y También, y simplificando
preguntamos, qué es lo que va distinguir a la “derecha” de la “izquierda”?
Pues, diremos que es lo que les define (debería ser) en el tipo y en la
naturaleza de Estado que esa tendencia propugna y se propone gestionar. Y que
como sabemos, o deberíamos saber, un Estado es la máxima expresión política organizada
de una sociedad civil que tiene como finalidad organizar defender e implementar
prioritariamente, los intereses económico-sociales-culturales etc. de una de
las dos clases sociales antagónicas que componen las sociedades llamadas Occidentales
o capitalistas en la actualidad,(aquí no pueden haber duda alguna) Básicamente
podríamos definirlas en; la clase trabajadora, productora y generadora de
riquezas y capital. Y la clase burguesa, especulativa, explotadora y a veces
parasitaria que suele ser la que posee y gestiona (mal gestiona) el capital
generado por la fuerza de trabajo producido por la clase trabajadora.
En realidad
esta explicación de sus diferencias nunca la daría un político de la derecha,
ni tampoco los partidos de falsa identidad socialista pues ellos no reconocen
que un Estado burgués esté al servicio de esta clase social sino que está al
servicio del “país”, o de la “ciudadanía” así se evitan las engorrosas
explicaciones de la explotación de una clase por otra.
Esta
explicación simple y elemental del concepto del Estado, con el tiempo y sobre
todo con la degeneración ideológica del llamado “euro comunismo” se han ido
desvirtuado totalmente, aquellos
conceptos marxistas de la lucha de clases y el olvido de los objetivos
revolucionarios basados en la creación de un Estado socialista, pero sin embargo y haciendo gala de una
monumental desvergüenza aún conservan la falsa bandera de su identidad
comunista o socialista, simples oportunistas que han hecho de aquella noble
tarea militante, una grotesca caricatura.
Los
términos derecha e izquierda, han sido totalmente degenerados con el fin de
provocar confusión y desaliento en las masas.
Y así una parte de la clase trabajadora se cree que el PSOE es un
partido de “izquierdas” cuando lo que hace es dedicarse a la gestionar un
Estado al servicio del Capital alternándose con el PP y del modo más agresivo
imaginable. Y lo mismo diremos de IU que ha degenerado a ser un partido o
agrupación de amigos, que con su actividad institucional además de solventar
sus necesidades financieras ,ya solo
sirve para legitimar un Estado, Estado
corrupto y heredero del franquismo. Y para comprender el grado de
desorientación política que muchísimos de estos trabajadores, que potencial y
objetivamente deberían posicionarse al lado izquierdo de la política, suelen
hacer a veces votando al PSOE y tras comprobar que son unos farsantes y por
pura venganza estos mismos trabajadores
en unas próximas elecciones votan por al
PP .
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