sábado, 12 de septiembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

                                    CUADERNOS DE PEDAGOGÍA POLÍTICA              
                          
 Por  Beniezu

           Vamos a hablar de la izquierda, pero lo vamos hacer recuperando este término en toda su auténtica e histórica naturaleza  de lo que fue es y sera al margen de  manipulaciones interesadas.  En honor al histórico concepto de izquierda, debemos considerar al termino  IZQUIERDA  a aquellas  fuerza políticas o sindicales al servicio inequívoco de los intereses de la clases trabajadora y siempre dentro de  los parámetros de la lucha de clases que han sido, son y serán siempre los genuinos y efectivos parámetros de la confrontación contra  el capital para desplazarlo del poder político. Desechando radicalmente las concepciones interesadas y perversas de la utilización del término de izquierdas para  engañar confundir y desorientas a los trabajadores por aquellos partidos de falsa identidad izquierdista que siempre serán aquellos partidos oportunistas  y populistas de orientación  socialdemócrata que solo pretenden reformar o mejorar el capitalismo y nunca derrumbarlo pretendiendo pescar votos en los caladeros proletarios, o aun peor, como el llamado PSOE, lo mas parecido a una agencia  de mercenarios  contratados al  servicio del capital que en el Estado español no han tenido reparos en ponerse al servicio del neo franquismo incrustado en el  Estado Monárquico e incluso de organizar  la banda de  asesinos GAL, al mejor estilo de las dictaduras bananeras.



                   Y es muy importante la clarificación y definición de quien es quien en el espectro político de la izquierda así como de la  derecha que incluye a la socialdemocracia, y a la extrema derecha, para conocer el escenario del juego político donde tarde o temprano se  dará la confrontación de gran intensidad entre el capital y el trabajo, entre la derecha contra la izquierda, entre opresores y oprimidos. Aunque esta confrontación o lucha de clases, ya se está dando todos los días en términos de baja intensidad e incluso siendo  imperceptible para amplias capas de sus contendientes.

            Hoy y ahora la realidad de la correlación de fuerzas entre el trabajo y el capital, en muy débil y desfavorable para la izquierda pues está  muy fragmentada y desorganizada además de desprestigiada como tal izquierda entre la masa trabajadora, pues su practica política en general se suele limitar  legitimar  el propio Régimen y aun así   apenas si tiene representantes en las instituciones burguesas y cuando los tiene sus prácticas son meramente testimoniales cuya única  efectividad  parece ser la de legitimar como positivo y democrático a este Régimen y que precisamente  es tolerante y hasta agradecido con esta presunta izquierda  precisamente por  esta función de legitimación . Aunque tampoco vamos a ser tan ingenuos de creer que estas instituciones burguesas neo franquistas son el paradigma de la democracia y del posibilismo político. Conocemos el margen de sus escasas posibilidades de aprovechamiento pero no están los tiempos como para ir despreciando oportunidades de tomar posiciones al enemigo, pero es bueno aclarar este dato.

         Desde la izquierda  no debemos olvidar ( algunos infelizmente ya lo han hecho) que la propia existencia de un partido-vanguardia de izquierdas autentico y  rupturista con el Sistema capitalista , aunque pequeño en sus comienzos, es de gran  importancia  por los  valores cualitativo que supone  ser reconocido por pequeñas  capas de la clase trabajadora como sus representantes político ideológicos  auténticos y confiables  pues ya cargan el necesario germen de la concienciación  de la organización en clave  de la lucha de clases.

          Mientras que otro partido o sindicato  de falsa izquierda que aunque consiga numéricamente amplia militancia  y  representación institucional a través del voto  e incluso logre movilizar amplias  masas de trabajadores por incentivos exclusivamente laborales, y que aunque acumula un cierto valor numérico o valor cuantitativo  no nos engañemos  porque desde el punto de vista objetivo y de resultados en el avance de las luchas, esto último nunca traerá lo primero, es decir la concienciación y la organización de las masas trabajadoras , sino más bien acarrea a la larga la frustración y el desencanto , tal y como lo vemos en los resultados de las actuales movilizaciones que nunca se articulan en parámetros de la lucha de clases. Y con esto queremos decir que más vale un pequeño cesto de manzanas de calidad que una docena de cestos con manzanas rancias y caducadas.

            Es más importante, a largo plazo se entiende, aunque de otra impresión, observar como convocatoria de izquierda rupturista son  asumidas por una pequeña porción de gente mientras que otra convocada por organizaciones reformistas de falsa izquierda son más numerosas. No nos debe desanimar  puesto que estas últimas movilizaciones nunca generaran conciencia de clase ni perspectiva de futuro, y si las que propugnan los objetivos claros y concisos. Pasos lentos pero firmes, se hace camino y caminante al andar.  


              Porque la clave  para la concienciación de las masas- imprescindible para la trasformación de la sociedad - es su concienciación que solo la podrán adquirir en parámetros de lucha de clases, reconociendo a su enemigo y organizándose para enfrentarse a él. Y es este factor  lo que va estimular el crecimiento del movimiento de masas que irá en aumento y paralelo a la propia conciencia colectiva a medida  que las masas vallan descubriendo el posibilismo de la conciencia de la organización y de la movilización  como praxis de lucha.


       ¿Porque cual debe ser el fin último de las movilizaciones?¿ conseguir unas migajas o el pan entero?.Desde la izquierda autentica se debe preconizar que es el "pan entero" Desde la izquierda autentica ya va siendo hora de olvidarnos de las clásicas reivindicaciones  laborales minimalistas como un fin en sí mismo, Serán bien venidas solo si son  para  utilizarlas como un acicate para la lucha por  la transformación de las estructuras políticas, como practicas para ir reconociendo  terreno y enemigo y para ir curtiéndose en la praxis de lucha. Es  preciso  pues ,ir a la RAIZ DEL MAL,  para  corregirlo. Ese es el camino correcto.


           Pero aquí, quisiera matizar,  que la definición hecha del concepto de Izquierda,  lo ha sido en términos   teórico- estratégicos desde una perspectiva revolucionaria, que siempre serán términos rígidos pero que trasladados al terreno táctico  pueden flexibilizarse o adaptarse a las circunstancias concretas. Y estas circunstancias concretas en el Estado español son el propio Estado monárquico neo franquista, que reúne las características de un estado totalitario impuesto por la fuerza del engaño en aquella farsa de “Transición” y que sus enemigos  anti monárquicos, en constante aumento, pueden y deben ser considerados como potencialmente aliados de la izquierda rupturista y revolucionaria aunque no pertenezcan ni  política ni sociológicamente a esta, pero el debate estaría en si  habría que considerar a estos sectores  de la   derecha moderada o socialdemocracia como aliados tácticos en la lucha  contra la Monarquía.


            Quiere esto decir  que desde la izquierda revolucionaria en una coyuntura de alianzas y de acumulación de fuerzas el objetivo TACTICO  mediato  a alcanzar sería un  Estado Republicano, posponiendo el  objetivo ESTRATEGICO del  Estado socialista, a un segundo término , a una etapa superior. Y aquí estaríamos ya entrando en un terreno práctico que sería precipitado hacerlo, pues  primero debemos  esclarecer  los conceptos políticos teóricos  que nos serán  extremadamente necesarios para entrar en debates más profundos   para analizar  la realidad  socio política que nos rodea y  elaborar la estrategia  a emplear .


           La tarea más apremiante para la militancia  de izquierda ,a la que podríamos considerar  el embrión de la futura vanguardia, es la de tomar conciencia de la necesidad de crear una vanguardia organizada, conectada y coordinada con las masas trabajadoras.  Todos y cada uno de los grupos, plataformas, partidos, militantes  etc. que estemos por esa labor debemos concienciarnos de la gravedad  que supone la carencia de una organización que asuma los postulados reales de la izquierda, es decir, los de la lucha de clases  y ser a la vez  la vanguardia  de esas luchas  para aplicar juntos la praxis de  la lucha transformadora y revolucionaria.

         Praxis de lucha  que su propia dinámica ira articulando e implementado sobre la marcha las herramientas y  los pasos a dar que .el proceso precisa . Siempre sin olvidar la necesaria fusión entre la  llamada militancia  de vanguardia y los trabajadores. Y tras esa necesaria  fusión de  vanguardia y trabajadores es preciso que se vaya consolidando esa identidad ente masas y vanguardia, que se creen  vínculos de identidad, complicidad  y experiencias,  caminando juntos con pasos cortos y decididos pero será un camino propio fruto de la experiencia compartida entre camaradas, los vínculos no solo serán ideológicos sino también personales, pues ya se sabe ,se hace camino y caminante al andar .Al principio serán pequeños grupos o células que irán creciendo y consolidándose en  núcleos mayores , será un crecimiento cuantitativo que pronto adquirirá las dimensiones que propicien el salto cualitativo y revolucionario.

           Lo más difícil será el comienzo pero una vez arranque será imparable, porque las condiciones objetivas y subjetivas están dadas. Y será el comienzo de que las masas de la izquierda real y rupturista con el Estado comiencen a tener sus representantes políticos , sus referencias identificados con nombres y apellidos .Es prioritario la existencia  de una  representación real de la izquierda revolucionaria y rupturista en la calle, en algunas  instituciones o fuera de ellas. Sin olvidar nunca que la lucha prioritaria y estratégica no es alcanzar representantes institucionales sino movilizar y estructurar a los trabajadores como protagonistas de la praxis de lucha 

              Desde una perspectiva de izquierda y de una estrategia de acumulación de fuerzas, habría que sacar a debate en su momento, si deberíamos de considerar a una socialdemocracia  rupturista como aliada, en las luchas contra el estado Monárquico sin duda  pero para eso primero hay que demarcar bien la naturaleza de cada cual y los campos de actuación. La demagogia y la ambigüedad son el estilo de la derecha. Desde la izquierda debemos ser claros y concisos en nuestros planteamientos y en nuestra estrategia. No podemos permitir que se engañe a la clase trabajadora haciéndose pasar por sus representantes a quien no lo es, solo para manipularles mejor.


             Y así lo primero que debería hacer  la socialdemocracia es definirse, sin la más mínima ambigüedad, si es rupturista con  el Estado monárquico actual o simplemente lo quiere mejorar  reformándolo. Aquí no puede haber ambigüedades. Siempre será mejor un enemigo declarado que un falso amigo que mañana te traicionara. Y lo que nunca debemos olvidar es la propia naturaleza ideológica de estas  clases medias, siempre moviéndose  entre la indefinición y la ambigüedad, entre ser  demócratas vocacionales y entre  sus prejuicios elitistas pequeño burgueses que siempre  les harán vascular entre dos mundos antagónicos,  entre el socialismo o el fascismo. Las terceras vías ya pasaron a la historia. Desde la izquierda todo aquel que sea potencialmente un liado táctico debe ser bien venido, pero marcando y delimitando con claridad cada parte su territorio.



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